miércoles, 16 de febrero de 2011

“Justicia Educativa y Justicia Económica: 12 TESIS PARA EL CAMBIO EDUCATIVO” Rosa María Torres

La retórica mundial sobre el “alivio de la pobreza”, por un lado, y sobre el "mejoramiento de la calidad de la educación”, por otro, ha llegado a un nivel de agotamiento por su reiteración y por su ineficacia sobre la realidad. Los progresos en ambos frentes (estrechamente interrelacionados, como sabemos) son nulos o reconocidamente modestos, a pesar de las políticas de ajuste estructural, las políticas sociales compensatorias (destinadas a aliviar el sufrimiento humano ocasionado por dichos ajustes) y las reformas educativas ensayadas a lo largo de las dos últimas décadas por los gobiernos de los “países en desarrollo”, con asesoría y préstamos internacionales. Los continuados errores y costos económicos y sociales de la mala asesoría y la mala gestión política y administrativa no los asumen ni los asesores ni los gestores, sino los pueblos, y precisamente los más pobres, en
cuyo nombre se elaboran los planes y negocian los préstamos.
Vemos que, a medida que crecen los problemas, se achican las aspiraciones y las metas y se alargan los plazos. El ideal de “igualdad” y “justicia social” cedió frente al advenimiento de la “equidad” y las políticas compensatorias. El "desarrollo” se redujo a “alivio de la pobreza” y éste a “eliminación de la pobreza extrema”. Los “países en desarrollo” pasamos a ser “países clientes” o “países socios” de nuestra propia creciente dependencia externa y de una deuda impagable e ilegítima. La educación básica (Educación para Todos) se convirtió en educación primaria y ésta en cuatro años de escolaridad (Objetivos de Desarrollo del Milenio). La deuda externa y la corrupción, poderosas aliadas de la pobreza, permanecen innombradas en los informes y foros mundiales sobre la pobreza, el desarrollo social y la educación. Es así como sigue dando vueltas el círculo vicioso pobreza -endeudamiento externo - pago de la deuda - corrupción - recorte al presupuesto social - degradación de la educación pública y del derecho a la educación.
“Crisis”, “alivio” o “mejoría” no parecen términos apropiados para lidiar con situaciones estructurales que exigen cambios de fondo, incluida la de-construcción del modelo neoliberal que profundiza y amplía hoy la desigualdad a escala mundial. No es por falta de información que, a pesar del fracaso, se continúa haciendo más de lo mismo. Precisamente, el proyecto no es cambiar, sino mantener. Los impulsores mundiales del “alivio de la pobreza” y del “mejoramiento de la calidad de la educación” son los mismos que apuntalan el modelo neoliberal y su globalización.
La justicia económica es condición de la justicia educativa y a la inversa. Hacer realidad el aprendizaje a lo largo de toda la vida y el derecho a una educación gratuita y de calidad para todos implica otro modelo educativo, otro modelo económico y social, y otro modelo de “cooperación internacional” Norte-Sur. Avanzar en esta dirección implica ya no caminar por carriles sectoriales estrechos e hiper-especializados, sino por carriles amplios y convergentes: Estado con sociedad civil, política educativa como política social y ésta junto con política económica, educación con trabajo, aprendizaje dentro y fuera del sistema escolar, lo presencial y lo virtual, escuela y medios de información y comunicación, escuela con familia, familia con comunidad, lo local, lo nacional y lo mundial. La construcción de esta visión y de modelos alternativos está en marcha en diversas propuestas y experiencias de desarrollo económico y educativo, embriones de un movimiento integral de desarrollo humano y de defensa de los derechos políticos, económicos, sociales, educativos y culturales.

No hay comentarios:

Publicar un comentario